9/7/09

Empresa filantrópica

Primero, una empresa filantrópica
es, sin duda, utópica y
no duraría ni un segundo.

Segundo, una empresa filantrópica
sería una ruina histórica,
no invertirían terceros.

Tercero, una empresa filantrópica
empapelada con la teórica
construida en un cuarto.

Cuarto, una empresa filantrópica
decorada con pictórica
donde tomar un quinto.

Quinto, este poema va de números ordinarios;
el uno dice "mierda"
el dos dice "culo"
el tres dice "agarramela otra vez"
el cuatro dentro de un rato dice "polla".

Y alguno de vosotros dirá que esto no tiene sentido
pero por la vista entre, así que tiene sentido.
Si uno no lo ha visto, pero lo ha oído,
podrá decir que sí que tiene sentido.
Sentido estoy yo, por estar rodeados de sentimentales.
Sentido estoy yo, y no se muy bien por qué.

¿Dónde te metías, Elías?

Simplemente no tenía ganas de escribir, tampoco inspiración, tampoco fuerzas...

21/6/09

El día mundial de la música

Hoy me llevo a mí mismo la contraria: la belleza no debe morir, no debemos permitir que muera. No debemos dejar que la música se pierda. No debemos pensar que el ser humano es malo por naturaleza, el ser humano es maravilloso. No importa el color de la piel, ni el país, ni la política, ni la religión... sólo importa la vida y la música.

Si Louis Armstrong nos lo dice así, le tendremos que creer:

20/6/09

Busco una respuesta

Acaban de llamarme loco y tengo una pregunta:
¿Por qué si una persona no está loca se le llama "cuerda", mientras que hay otra expresión que es "loco de atar"?

18/6/09

Las tabernas (la historia de un galán prehistórico)



En la parte baja de un bajo bar,
me asomo a la ventana de atrás
y veo un buceador.
Un buceador ingresando dinero
en un banco de peces
y está contento
porque más tarde sacará el dinero.

Dinero le entrego al camarero.
A una señora en la barra
le invito a agua
y se lo toma a mal
pero se lo toma.

Me mira raro,
la miro salido
algo borracho y deprimido.
Dame whisky, camarero, para olvidar
el palo del día:
que la señorita me mira mal.

No contento con la reacción
me acerco a la barra con discreción.
Pido un whisky
y un vaso de agua
para mí es el whisky
para ella el agua
pero me mira mal.

Intercambio palabras
pero o ella es muda
o yo soy sordo
y como no soy sordo
ella es la que está mal.

Me mira raro,
la miro salido
algo borracho y deprimido.
Dame whisky, camarero, para olvidar
el palo del día:
que la señorita me mira mal.

Así paso las noches
en las tabernas
como si fuera un hombre
de las cavernas.

MUSE en CONCIERTO en ESPAÑA



No son los reyes del mambo, son los reyes de la nueva oleada británica que empezó con los noventa. Empezar un concierto así es un aviso de que el concierto es bueno. Luego suenan cosas como esta:



O esta:



Javi Stardust, el que os habla (os escribe), ya tiene su entrada.
Madrid, 28 de noviembre, Palacio de los deportes.

17/6/09

Las siete y media: Capítulo cuatro

-Siéntense, ya saben donde tienen los asientos.
-Disculpe, ¿cómo que va a venir mi ex mujer? Llevo dos años sin verla. ¿Cómo se supone que debería actuar?
-No lo sé. Nunca he estado en esa situación. Soy felizmente casado. Tal vez debería de hacer como la gente en las películas. Actúe educadamente, pueden darse dos besos o la mano.
-La mano es demasiado frío.
-Pues dos besos.
-No estoy preparado para los dos besos.
-No la salude.
-¿Está usted hablando en serio? ¡Ni que yo fuera un monstruo!
-Es usted sospechoso de dos asesinatos, no saludar a su ex mujer a la que lleva sin ver un par de años no creo que le convierta a usted en un monstruo. En cuanto a su pregunta, no, no estaba hablando en serio. Claro que debe saludarla. Pruebe con los dos besos. No va a estallar el mundo.

Robert Allen sacó su móvil para mirar la hora. Dos minutos más de esta conversación y delataría, si falta hiciera, que fue él quien asesinó a Kennedy con tal de huir de esa charla asquerosa. El teléfono estaba apagado. La pantalla era negra y a través de ella vio reflejados a los tres invitados. Dió un salto y gritó: "Jack Frost".

-Siéntese, señor Allen.
-De acuerdo, de acuerdo. Pero... ¡no puedo creerlo, es Jack Frost! Es mi ídolo musical.
-En realidad no me importa.-El comisario se pone en pie y comienzan las presentaciones.-Señores Erns y Robert, estos son Jack Frost, Sylviane Agacinski y Ray Stantz.

Robert se abalanzó sobre Jack describiéndole su infinita pasión y admiración por todas las canciones que había hecho y todas las letras que había escrito. Parecía que Robert supiera más de Jack que el propio Jack.
-He leído treinta y cuatro biografías de tu vida. Se tu fecha de nacimiento, el lugar donde naciste, donde te criaste, las notas que sacaste en la EGB, tu nota de corte tras la reválida, todos los trabajos a los que te has dedicado, el nombre de todo el arbol genealógico tuyo de diez generaciones...
-Me preocupa que sepas todo eso.
-¿Por qué?
-Me haces pensar que eres algo raro.
-Jack, ¿por qué dices eso?
-Porque parece que estés robándome el alma, tío.
-A ver, a ver... entremos en situación. Llevo toda mi vida dedicandome a conocerte poco a poco porque te admiro y no creo que las primeras palabras que intercambie contigo sean tan despectivas.
-Si has leído tanto sobre mí, deberías saber lo mucho que me gusta tocar los cojones, provocar y pasar de los pelotas insaciables.


-Hola, Sylviane.-Le de dos besos.-¡Cuánto tiempo! ¿Cómo te va la vida?
-Estupendamente, acabo de casarme.
-¿Si? Eso es fabuloso. ¿Con quién?
-Con Bauhaus.
-¿Bauhaus? ¿Pero qué le has visto a ese hombre?
-Es bueno y se preocupa por mí. No s un asqueroso fetichista que abandona a su mujer y su hijo por ir a fiestas, por no decir orgías, de disfraces y a practicar rarezas sexuales.
-Sabía que esta conversación se volvería más tensa de lo que en realidad debiera ser.


-Por favor, señores, entremos en materia... el señor Stantz no conoce a nadie y se está aburriendo. Siéntense todos, por favor.
-Señor Stantz, tiene el nombre de Dan Aykroyd en los cazafantasmas: Ray Stantz. ¿A qué se dedica? Y no me diga a cazar fantasmas.-Dijo Erns sentándose con media sonrisa.
-En vez de cazar fantasmas, me dedico a cazar ratones.
-Interesante.
Silencio incómodo.
-¿Y qué tal la vida?
-Bien.
-Vale...
-Si...